Desde hace tiempo las previsiones de crecimiento de la población mundial y la posibilidad de un aumento desaforado del consumo generaron un debate en torno a la sostenibilidad a largo plazo de nuestros modelos productivos. Ahora la combinación de las preocupaciones ambientales, la falta de recursos naturales y la inestabilidad de los precios de la energía están precipitado este debate. Las conclusiones parecen apuntar a la necesidad de un cambio disruptivo en el los modelos energético y productivo, una migración hacia modelos más eficientes en sí mismos y más efectivos dentro del ciclo natural.
Para no extenuar el medio natural será necesario incluir la variable ambiental en nuestras fórmulas productivas. En ese sentido la Biomimética nos abre los ojos al modelo natural y nos propone fijarnos en los trucos, estrategias y soluciones que utiliza la naturaleza. Sus lecciones tienen aplicaciones en muchos ámbitos, y muchos de ellos tienen relación con la arquitectura.
La premisa del diseño natural es el ahorro y su estrategia la eficiencia. En lugar de resolver los problemas con aportaciones de energía la naturaleza lo resuelve optimizando formas y materiales, con estructuras adaptativas y con disposiciones idóneas...
Pensemos por un momento en el hueso animal, uno de los materiales que saca mayor rendimiento de la materia en términos de resistencia. El hueso acompaña al individuo en su crecimiento, permitiendo el equilibrio no sólo en las diversas posiciones que adopte, sino incluso ante estados de carga distintos.
La arquitectura de inspiración biomimética es una arquitectura de máximos y mínimos. Su objetivo es maximizar rendimientos, optimizar recorridos o formas, minimizar tensiones, etc.. Por tanto una de sus aplicaciones más evidentes es el diseño estructuras. A diferencia del funcionalismo la Biomimética huye de la arquitectura adintelada, más pragmática pero no optimizada en términos de rendimiento. Para ilustrar esta idea basta con observar las catenarias invertidas que Gaudí emplea en el Parque Güell como alternativa a la estructura adintelada euclidiana.
La idea de fondo es que las necesidades humanas y las naturales son las mismas en la medida en que básicamente nos afectan las mismas leyes…Inspiró a Da Vinci, a Gaudí a Buckminster Fuller, a Ross Lovegrove, a Julian Vincent…. Juan Freire hablaba recientemente de la función de la biología en el siglo XXI refiriéndose a ella como la futura “ciencia del diseño”. Pero en realidad la biomimética es la actividad más antigua del ser humano que consiste simplemente en aprender de la naturaleza.
Para no extenuar el medio natural será necesario incluir la variable ambiental en nuestras fórmulas productivas. En ese sentido la Biomimética nos abre los ojos al modelo natural y nos propone fijarnos en los trucos, estrategias y soluciones que utiliza la naturaleza. Sus lecciones tienen aplicaciones en muchos ámbitos, y muchos de ellos tienen relación con la arquitectura.
La premisa del diseño natural es el ahorro y su estrategia la eficiencia. En lugar de resolver los problemas con aportaciones de energía la naturaleza lo resuelve optimizando formas y materiales, con estructuras adaptativas y con disposiciones idóneas...
Pensemos por un momento en el hueso animal, uno de los materiales que saca mayor rendimiento de la materia en términos de resistencia. El hueso acompaña al individuo en su crecimiento, permitiendo el equilibrio no sólo en las diversas posiciones que adopte, sino incluso ante estados de carga distintos.
La arquitectura de inspiración biomimética es una arquitectura de máximos y mínimos. Su objetivo es maximizar rendimientos, optimizar recorridos o formas, minimizar tensiones, etc.. Por tanto una de sus aplicaciones más evidentes es el diseño estructuras. A diferencia del funcionalismo la Biomimética huye de la arquitectura adintelada, más pragmática pero no optimizada en términos de rendimiento. Para ilustrar esta idea basta con observar las catenarias invertidas que Gaudí emplea en el Parque Güell como alternativa a la estructura adintelada euclidiana.
La idea de fondo es que las necesidades humanas y las naturales son las mismas en la medida en que básicamente nos afectan las mismas leyes…Inspiró a Da Vinci, a Gaudí a Buckminster Fuller, a Ross Lovegrove, a Julian Vincent…. Juan Freire hablaba recientemente de la función de la biología en el siglo XXI refiriéndose a ella como la futura “ciencia del diseño”. Pero en realidad la biomimética es la actividad más antigua del ser humano que consiste simplemente en aprender de la naturaleza.
El análisis estético de la arquitectura biomimética es en mi opinión especialmente interesante.
En coherencia con las premisas planteadas en el diseño biomimético no hay lugar a concesiones estéticas. El diseño estrictamente biomimético deriva en eficacia. La belleza da igual. Pero las soluciones no sólo son eficaces en términos energéticos y funcionales sino que además suelen ser hermosas.. Para ilustrar esta idea, el ingeniero Buckminster Fuller decía que nunca se preocupaba por la belleza de sus obras pero que si al terminar una obra el resultado no era bello había algo que no estaba bien.
La tesis es que los humanos asignamos cualidades estéticas a lo que comprendemos y percibimos como eficaz. Creo que valoramos las formas óptimas, porque la naturaleza está repleta de ellas e inconscientemente las reconocemos. En ese sentido la Biomimética también podría ser eficiente en términos estéticos. En ello precisamente confiamos a la hora de proyectar el parque biomimético de Bilbao.
El Dr. Julian Vincent, de la Universidad de Bath, es el máximo exponente de la investigación en Biomimética. Vincent estima que a día de hoy hay solamente una aplicación del 10% entre la biología y la tecnología.
En realidad el libro de detalles constructivos de la naturaleza es ilimitado. Cada pata de cada insecto, cada especia dentro de cada ecosistema puede considerarse el resultado preciso y avanzado de un proceso de mejora constante en el laboratorio natural.
En mi opinión la biomimética es una actitud, una forma de pensar como puede serlo la creatividad. Aunque la transferencia de soluciones entre la naturaleza y la tecnología tiene sus limitaciones, la exploración y las posibilidades de la Biomimética serían prácticamente ilimitadas. Además sin haber planteado aún todas las preguntas, no podemos haber agotado las respuestas.
me interesa mucho la arquitectura relacionada con la biomimetica esta super interesante
ResponderEliminarverdad que sí.. ! a ver si poco a poco vamos viendo más y más de este tipo de arquitectura...
ResponderEliminarGracias por comentar.
a ver si cuelgas más artículos sobre este tema ! :)
ResponderEliminartienes razón... poco a poco se está normalizando el tema de la biomimética y cada vez hay más que contar.. pronto habrá más! mientras tanto.. http://cuantics.blogspot.com/search/label/biomim%C3%A9tica
ResponderEliminarun saludo!
El siguiente paso en el diseño biomimético está en la consolidación de las actuales tendencias en programación genética por medio de algoritmos genético-evolutivos que sean capaces de simular la evolución de n-variantes de estructura dentro de los parámetros que le impongamos, peso máximo, material, normativa, carga de uso, durabilidad máxima, etc. El ordenador computara en una serie de ciclos iterativos una evolución de las variantes resultantes y se quedara con la, o las, que sobrevivan al proceso. Así, cada caso conocerá una solución "ad hoc" lo más optimizada posible en costes, funcionalidad, etc.
ResponderEliminarEnhorabuena por tratar este tema. Es, sin duda el futuro.
Los algoritmos genético-evolutivos sistematizará y en ultima instancia automatizará el proceso de diseño. Convierten la arquitectura y el diseño en un procesos autónomos. El resultado más predecible es la superación de la arquitectura adintelada en favor de la arquitectura orgánica biomimética, una transformación que algunos anuncian tendrá más relevancia que la aparición del hormigón armado y que todo el movimiento moderno. Los arquitectos y diseñadores los relega a programadores de código y diseñadores de interfaces, o lo que es parecido, diseñadores de videojuegos.
ResponderEliminar¿eres Manuel Nuñez?, saludos a Carlos Molinero.
un saludo y gracias por parar por aquí.