Apatrullando la ciudad

¿Conduce usted demasiado rápido? ¿Es usted peligroso/a? ¿Frena usted cuando ve un radar, por si acaso? ¿Es eso peligroso? Si lo que preocupa es la seguridad, ¿por qué no se penaliza al fabricante de vehículos de gran peso y gran cilindrada?

Estas son algunas de las preguntas que surgen cuando recibe uno una multa. La notificación de la mía llegó ayer, multa por exceso de velocidad en la autopista de Burgos. Era yo sin duda y mis 141 km/h a bordo de un flamante utilitario de serie quedaron registrados convirtiéndome en poco menos que peligro público. Infringí el margen por un 1km/h. Fue un mediodía de agosto en la N-I, la carretera despejada y máxima visibilidad. Así lo atestigua la foto que tomó el radar contra kamikazes, desaprensivos, incautos y contra todos los demás.

Lo curioso es que si hubiese habido tráfico denso de noche y con lluvia, la misma velocidad tendría la misma multa. ¿Pero, sería igual de peligroso? Evidentemente no pero es imposible ajustar en cada momento la velocidad a las condiciones atmosféricas, densidad de tráfico, etc...¿Lo es?


La tecnología para regular el tráfico de forma dinámica existe. Algunas de éstas tecnologías están ya presentes en puntos de nuestras carreteras. Son señales de radar que captan la velocidad de cada uno de los vehículos y la exponen para concienciarnos. "Su velocidad es de 84 km/h" . Estas máquinas podrían calcular velocidades idóneas de desplazamiento, variables en cada momento en función del tráfico y de las condiciones atmosféricas. Estas recomendaciones aumentarían la fluidez, reducirían el consumo, la peligrosidad y la frustración al volante porque evitarían atascos.

Por qué no regular sin atentar contra el sentido común o cuando menos demostrar una mínima voluntad de alejarse de las incongruencias de la tabula rasa en la aplicación de la ley y respetar un poco más al ciudadano al que estas leyes sirven.. Si por nuestro propio bien hemos de cumplir diligentemente con las limitaciones sería interesante hacer limitaciones congruentes.