El germen de un laboratorio creativo de Toyota en Bilbao.

Todo comenzó el jueves de la semana pasada, con una llamada corta:

__“Hola Diego, 

No sé si te has enterado de que Toyota quiere abrir un laboratorio creativo aquí, en Bilbao y el lunes viene su director de innovación a dar una conferencia  y a contar el proyecto.   Al parecer quieren contar con algunos creativos locales y tú estás convocado. Mañana te llamará la coordinadora de Bilbao Metropoli-30 para aprobar tu candidatura…”  

Así que empecé a flotar el jueves y seguí flotando  durante todo el fin de semana.

La conferencia tuvo lugar el lunes en el AIC de Amorebieta, a unos 20 minutos de Bilbao. Al llegar atravesé  un auditorio colmado hasta encontrar un sitio en la cuarta fila.  Los muchos directivos y los pocos creativos convocados fuimos tomando asiento.  Ibamos a escuchar a  Tetsuda Kaida,  el visionario de Toyota que aunque para mí era desconocido había creado una enorme expectación. Mientras el ponente saludaba a autoridades corría un bucle en la pantalla con imágenes de paisajes naturales y artes tradicionales japonesas. Por fin el título y el principio de la ponencia “Space and Wind; Global values from Japanese originality”.

Kaida San comenzó su charla hablando de la necesidad de abrazar nuevos conceptos tanto en la sociedad como en la industria del automóvil. Tras la introducción hizo un recorrido didáctico por algunos valores de la cultura japonesa. Aludió a tres artes tradicionales japonesas, el Kyūdō (tiro con arco), el Sadō (ceremonia del té) y el Ikebana (los arreglos florales) y luego nos entretuvo resaltando los contrastes entre el “western way” y el” japanese way”, comparando por ejemplo nuestras catedrales a sus templos, o los dibujos de Disney  a los de Miyazaki (Totoro o Mononoke).

Y así  fue rescatando conceptos esenciales de su cultura, relativos a la mente, cuerpo, objetos, entorno y naturaleza y los tradujo a su propia filosofía de la innovación. Hubo dos de sus reflexiones me llamaron la atención; por un lado su idea de minimizar la huella y la presencia del vehículo en el entorno y por otro lado su propuesta de revisar la relación entre el interior y el exterior del vehículo e incluso la relación entre las personas y los vehículos.                

Por último terminó describiendo algunos de los prototipos que están desarrollando en Toyota;  por ejemplo  el i-Real  un triciclo de movilidad personal con el que “sentir la lluvia en la cara”, o el 1/x Concept Car, un vehículo ultraligero con un chasis a base de algas y celulosa  y un consumo irrisorio de 1 l/70 km. 

Aunque fue en japonés la charla encandiló, porque fue intensa pero fluida y porque además supo hilar filosofía, utopía, entretenimiento y tecnología. Incluso nos regaló unas chocolatinas traídas del Japón. Pero el mayor regalo  fue ver a tantos directivos allí reunidos, trajeados, comiendo chocolatinas y viendo dibujos animados en armonía con los creativos locales, escuchando  a un hombre creíble hablarles de la importancia purificadora de luz de la luna, de la necesidad de detenerse a ver las flores en la carretera y de diseñar coches para sentir la lluvia en la cara. Como digo, una charla alentadora y audaz que ayudará a legitimar  nuevas propuestas y nuevas sinergias en la industria del automóvil.

Tras los pintxos de rigor comenzó una sesión de trabajo entre el equipo de Kaida, los miembros del  AIC y de  Bilbao Metropoli 30 y unos diez  profesionales de la creatividad previamente convocados.Hablamos de la decisión de Toyota de abrir en Bilbao, un nuevo Creative Lounge un laboratorio de ideas,  que se sumaría a partir de enero a una red de centros internacionales con presencia  en Chicago, en Bangkok y en Nagoya. Según lo previsto  analizaremos junto a ellos las tendencias de la automoción  e intentaremos aportar nuevas visiones y nuevos conceptos de movilidad y quizás incluso nuevas prototipos de vehículos para el futuro. 

En definitiva, un trabajo de ensueño, en un lugar de ensueño y con una gente de ensueño.