2006, el año más importante de la historia del urbanismo.

En el último siglo la población mundial se ha triplicado y el año 2006 fue la primera vez en la historia de la humanidad en que la población urbana superó a la población rural en todo el mundo. 

Es un hito en la historia de la humanidad que seguramente se recordará en el futuro. Además las previsiones de la ONU apuntan que en 2025 la cifra alcanzará el 75% del total de la población. El ritmo de crecimiento de las ciudades es imparable. Las consecuentes transformaciones demográficas convierten ciudades en regiones y transforman nuestro modo de vida. De hecho, el 90% de la población ya no vive en las zonas céntricas, ni en el casco antiguo, ni en los lugares tradicionales sino en la cada vez más grande periferia.

Los criterios funcionales de la revalorización inmobiliaria y la especialización de usos están acelerando la descentralización de las personas y se está optando por modelos residenciales de cartón piedra seriados y estandarizados que descuidan los lugares públicos. Los bloques clónicos de viviendas "brotan" mucho más rápido que las plazas, con lo que inevitablemente se reduce la interacción pública. Además cada vez están más lejos del centro con lo que cada vez pasamos más tiempo en el coche. Y por si ésto fuera poco el uso intensivo de tecnologías personales inalábricas digitales que nos desconectan de la calle tampoco contribuye a la interacción presencial.

El espacio tradicional de interacción pública, clave para el desarrollo y la integración de las comunidades, se está disolviendo. Esto está repercutiendo en nuestras relaciones más cotidianas y generando una fuga de interacción al espacio virtual.