¿Quién no ha publicado alguna vez en internet un email, o una foto, o un archivo, una opinión, un curriculum, un trabajo, una canción, un diario, un blog, una página web, un artículo, un video....? Compartir es la esencia de Internet, el único inconveniente es que red está cada día más llena de todo eso que compartimos y está todo tan desordenado que hay que ser verdaderamente hábil para encontrar lo que buscabamos. A menudo no nos damos cuenta porque "enredarse buscando" es entretenido y además así encontramos cosas que no esperabamos, que es la ventaja principal de internet. Pero hay ocasiones en que realmente queremos encontrar algo concreto, y es muy difícil dar con ello. Y es que en internet cabe todo, lo bueno, lo malo, lo regular y lo no tan bueno y hay veces que solo queremos lo mejor, o que queremos algo muy específico.
El problema entonces está en cómo clasificamos la información. Google es ese "algo" enorme con "cara de majo", al que pedimos información y nos la trae, toda, pero sin cribar.... Eso nos toca a nosotros..... una y otra vez ....y cada vez que busquemos y todo el tiempo que empleamos buscando no nos sirve más que a nosotros y ni siquiera podemos eliminar resultados de búsqueda que sabemos que no queremos que aparezcan nunca más. Pongamos un ejemplo...
Buscamos una foto de un perro. Vamos a Google Images y lo escribimos. ¿Y qué aparece? Un montón de imágenes de perros de todo tipo. Muy bien, ahora queremos que sea un perro enorme y volvemos a probar.¡Funciona! Pero ¿y si queremos un perro enorme ladrando? Eso ya en Google Images es más complicado así que probamos en Flickr. Supongamos que funciona... Ahora una variable más, queremos que sea un perro grande ladrando a un hombre a la derecha de la imagen, con cara de asustado y que toca la guitarra subido en una silla. Hoy sería realmente difícil dar con ella aunque esa imagen existiera en la red porque quien la vuelca no tiene medios ni ganas ni tiempo de describir exactamente la situación.. Somos demasiado parcos a la hora de poner etiquetas y además es improbable que dejémos de serlo.
Entonces ¿cómo clasificamos todo lo que ya está en internet? y sobre todo, ¿como oranizamos lo que a partir de ahora volquemos? Algunas empresas especializadas en búsquedas empezaron a emplear mano de obra "barata" para etiquetar todos los contenidos pero por suerte pronto se dieron cuenta de que los números simplemente no cuadran. Por desgracia la respuesta tampoco no está en la computación ( o no sólo en la computación) porque un ordenador por sí solo no puede reconocer actitudes ni geometrías distorsionadas. La conclusión es que habría que conectar personas y ordenadores. Pero , ¿eso se puede hacer? y si se hace, ¿quien va a querer conectarse a un ordenador? Luis von Ahn, profesor en la Universidad Carnegui Mellon, tiene la respuesta: "Crear juegos productivos a los que la gente quiera jugar".
Recientemente presentó una serie de juegos de sentido común, (ESP Games, Verbosity y PeekaBoom) que prometen organizar todas las fotografías existentes en la red en un tiempo inferiora a 5 meses, utilizando nuestro entretenimiento como motor de clasificación. La idea es convertir esa ardua tarea en un juego y parece ser que lo han conseguido porque la gente está jugando e incluso enganchándose.
Pero ¿en qué consiste el juego?, ¿cómo va a ser eso divertido?....
.Próximamente en: "La Computación Humana ( II )"
El problema entonces está en cómo clasificamos la información. Google es ese "algo" enorme con "cara de majo", al que pedimos información y nos la trae, toda, pero sin cribar.... Eso nos toca a nosotros..... una y otra vez ....y cada vez que busquemos y todo el tiempo que empleamos buscando no nos sirve más que a nosotros y ni siquiera podemos eliminar resultados de búsqueda que sabemos que no queremos que aparezcan nunca más. Pongamos un ejemplo...
Buscamos una foto de un perro. Vamos a Google Images y lo escribimos. ¿Y qué aparece? Un montón de imágenes de perros de todo tipo. Muy bien, ahora queremos que sea un perro enorme y volvemos a probar.¡Funciona! Pero ¿y si queremos un perro enorme ladrando? Eso ya en Google Images es más complicado así que probamos en Flickr. Supongamos que funciona... Ahora una variable más, queremos que sea un perro grande ladrando a un hombre a la derecha de la imagen, con cara de asustado y que toca la guitarra subido en una silla. Hoy sería realmente difícil dar con ella aunque esa imagen existiera en la red porque quien la vuelca no tiene medios ni ganas ni tiempo de describir exactamente la situación.. Somos demasiado parcos a la hora de poner etiquetas y además es improbable que dejémos de serlo.
Entonces ¿cómo clasificamos todo lo que ya está en internet? y sobre todo, ¿como oranizamos lo que a partir de ahora volquemos? Algunas empresas especializadas en búsquedas empezaron a emplear mano de obra "barata" para etiquetar todos los contenidos pero por suerte pronto se dieron cuenta de que los números simplemente no cuadran. Por desgracia la respuesta tampoco no está en la computación ( o no sólo en la computación) porque un ordenador por sí solo no puede reconocer actitudes ni geometrías distorsionadas. La conclusión es que habría que conectar personas y ordenadores. Pero , ¿eso se puede hacer? y si se hace, ¿quien va a querer conectarse a un ordenador? Luis von Ahn, profesor en la Universidad Carnegui Mellon, tiene la respuesta: "Crear juegos productivos a los que la gente quiera jugar".
Recientemente presentó una serie de juegos de sentido común, (ESP Games, Verbosity y PeekaBoom) que prometen organizar todas las fotografías existentes en la red en un tiempo inferiora a 5 meses, utilizando nuestro entretenimiento como motor de clasificación. La idea es convertir esa ardua tarea en un juego y parece ser que lo han conseguido porque la gente está jugando e incluso enganchándose.
Pero ¿en qué consiste el juego?, ¿cómo va a ser eso divertido?....
.Próximamente en: "La Computación Humana ( II )"
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